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Madrid, 21 de octubre de 2024

Un amor como el del diplomático Inocencio Arias—cuya mujer lleva anudándole la pajarita durante los últimos cuarenta años.

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Madrid, 11 de octubre de 2024

Tras compartir medio pato pequinés mientras conversamos de sencillez, delicadeza y sentimiento —es decir, de ellas—, S. y yo salimos a la calle cantando canciones italianas bajo la llovizna de Madrid. Ma il cielo è sempre più blu!

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Madrid, 10 de octubre de 2024

Y si no pasa, alejarme ondeando la capa púrpura, no por más invisible, menos púrpura.

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Madrid, 6 de octubre de 2024

La tragedia de los mediterráneos es seguir añorando el broncíneo casco corintio, y así, descubiertos, andamos como desnortados—desprovistos de norte, y con el corazón aún en el sur.

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Madrid, 13 de julio de 2024

No el lujo, sino un toque de lujo; no los fastos del imperio romano, sino apenas su recuerdo; no el amor de una mujer, sino la vaga posibilidad de poder haber tenido, y no tener—eso es lo que quiero.

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Madrid, 4 de julio de 2024

Solo ahora advierto el exacto momento en que me quebró.

Fue cuando me llamó Javi.

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Madrid, 23 de junio de 2024

De los aceros de Maratón, esta champaña.

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Madrid, 22 de junio de 2024

Mi corazón es como la estación de Hendaya, y aquel maldito tren blindado.

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Madrid, 17 de junio de 2024

Y para besarme, me agarró de la nuca — gesto que aún perdura.

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Milán, 13 de junio de 2024

Yo no sé de hombres, aunque sea uno; pero sé de caballeros, aunque no sea ninguno.