(Fantástica e insensata) «Hace poco he vuelto de España; allí he pasado el invierno, a solas, encontrándome en un mundo tremendamente heroico y extraño. Estuve mucho tiempo en Toledo, después en Ronda, un pueblecito muy español, a dos horas de Gibraltar. Tierra fantástica e insensata. Y Toledo, Toledo, el Greco no lo ha exagerado nada. Es el Viejo Testamento, allí se respira la posibilidad de leones, de profetas y ángeles… Algún día le hablaré de ello».
En las Cartas a una amiga veneciana de Rilke.