(xxiv)

Andaba yo absorto en mis pensamientos —es un decir— en un restaurante del paseo de Gracia cuya apariencia debe coincidir, mutatis mutandis, con la que tuvo que tener el Reno de Tuset 27, cuando reparé en el Beef Wellington que en aquel momento nos servían, y no pude más que concluir, no carente de satisfacción, que si bien es cierto que clásico es aquello a lo que no le sobra nada, también lo es que sublime lleva hojaldre, echalote y vino de Madeira.

(A propósito de Reno: Vila-Sanjuán nos refiere en El joven Porcel que Javier de Echarri, a la sazón director de La Vanguardia, muere en octubre de 1969, todavía en ejercicio del cargo, por atragantarse durante una cena que tenía lugar en aquel restaurante: se ha venido prefiriendo, quizá de manera prematura, la idea de morir dormido a la de morir cenando, sin haberse valorado suficientemente las ventajas de esto último).

(Sobreviví).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *