Algo más tarde, en el Ritz
La ciencia de la decoración —llamarla interiorismo se me hace algo ambicioso—, cuya cúspide de seguro no se encuentra en esta época, fracasa inevitablemente en los baños.
Algo más tarde, en el Ritz
La ciencia de la decoración —llamarla interiorismo se me hace algo ambicioso—, cuya cúspide de seguro no se encuentra en esta época, fracasa inevitablemente en los baños.