xcvi

Madrid, 20 de septiembre de 2025

Uno de esos momentos de felicidad insuperable: la casa de Núñez de Balboa, los últimos días de verano, Paspartú lamiéndome —8 minutos para su hora de cenar—, el Cartier de Pompelmo, las ganas de que vuelva, el té sobre la mesa árabe, Durrell, los pantalones de lino, suena The Lamb, la estantería vencida por los libros, San Lucas con el buey colgado en la pared, nuestro León de San Marco, la promesa de Verona y los vinos que compramos para celebrarla en diez años, el álamo blanco que lo vio todo, el gato que se llamará Potofé, y ahora Brassens: qu’elle est belle la liberté, la liberté. Hora de dar de cenar a Paspartú.